LLAMADO DESESPERADO DESDE CUBA

Junio 23 de 2009

Gloria Amaya González, de 81 años de edad y madre del prisionero de conciencia, Ariel Sigler Amaya, ha lanzado un llamado desesperado desde Cuba para que no permitan que el régimen mate lentamente a su hijo, actualmente en la prisión cienfueguera de Ariza.

Gloria Amaya González:

“¡Mi hijo está muriendo, mi hijo se está muriendo! ¡Que no permitan que se muera mi hijito! ¡Ay, mi hijito del alma, que no se me muera!

“Mima”, díseme: “Mima ya yo no tengo dónde inyectarme, Mima, ¡me muero!” Y yo pido que haya justicia, que se haga justicia porque mi hijo se me va a morir allí, y antes que mi hijo se me muera yo pido a todo, a todo el gobierno éste que no se merece nada, que le den la extra penal a todos, porque muchos están enfermos, ¡muchísimos! Dicen ellos que no hay, que no hay presos políticos y de conciencia ninguno, que todos son comunes. ¡Eso es mucha mentira, Dios mío! ¡Qué vengan aquí, algún relator de derechos humanos! Y que vengan a las cárceles y que vengan a los hospitales para que vean cómo están ellos: se están muriendo, no por falta de que uno les lleve las cosas, porque uno le lleva lo que pueda llevarle, uno le lleva…Pero la asistencia médica tienen que dársela debida, porque tienen que dársela, porque es un ser humano, es un ser humano. No es ningún animal, ni nada.

A mi hijo lo tienen en un hueco, como dicen ellos que tienen a los prisioneros…a los espías allá, en un hueco. Los que lo tienen aquí en un hueco es a ellos, en lo profundo del hospital es donde lo tienen, que no lo dejan ver a nadie, ni hablar con nadie para que nadie se comunique con él, ni nada. A mí me dejaron verlo 20 minutos y no pude hablar nada con él. ¡Eso es criminal, criminal lo que están haciendo!”.

Gloria Amaya vio a Ariel unos minutos el pasado día 26 y estaba irreconocible. Por lo que considera que el régimen le está creando enfermedades para matarlo lentamente.

“Mi hijo, que siempre ha sido un roble, mi hijo entró allí, fuerte, grande y gordo, pero ahora está débil, flaquito, es una calavera. Yo le suplico a toda la comunidad de afuera y de aquí de Cuba, que hagan algo por él. Al presidente Barack Obama, a la Unión Europea, a todos, a todos los congresistas de allá, que el gobierno éste de aquí lo que hace es para aniquilarlo. Lo están aniquilando poco a poco”.

“Óyeme, yo soy una madre que está sufriendo desde que entraron ellos ahí. Desde que entró mi hijo, entró muy bien, entró bueno y sano, y ahora míra cómo mi hijo está: ¡mi hijo está muriendo, mi hijo se está muriendo! ¡Que no permitan que se muera mi hijito, mi hijito del alma que no se me muera, Señor!”

Ariel Sigler Amaya fue el primer arrestado en la llamada ola represiva conocida como Primavera Negra, pero su precario estado de salud y deterioro físico ha ocurrido en la prisión cienfueguera de Ariza en los últimos nueve meses.

En Radio Mambí La Grande, Carlos Santana.