Thursday, July 23, 2009




RECUENTO PARA LA HISTORIA

Por: Ninoska Pérez Castellón


Los que a diario hablamos ante las cámaras, nuestra credibilidad se basa en la seriedad y, por supuesto, los hechos que substancian nuestras opiniones.

Cuando digo que Miami es una ciudad de victimas, 50 años de dictadura en Cuba avalan esa aseveración. Víctimas somos todos, por el simple hecho de haber perdido nuestra patria y cada cubano es una historia de dolor. La separación familiar, la privación de libertad, pero el ensañamiento del régimen castrista con sus adversarios es el verdadero reflejo de la crueldad llevada a extremos.

Ningún hecho lo demuestra más que el presidio político de mujeres en Cuba.

Nelson Rodríguez Diéguez, se ha dado a la tarea de documentar este crimen en pleno siglo XX, con las fotos de más de 350 mujeres que transitaron el difícil y tortuoso camino del presidio político en Cuba. Sus rostros, número de causa y años cumplidos bastan para decirle al mundo que en ningún otro lugar del planeta ha ocurrido semejante fenómeno de mujeres padeciendo 10, 15 y hasta 19 años en condiciones inhumanas.

Cari Roque, una joven mujer que cumplió 16 años en prisión y salió para enfrentar la otra gran tragedia, una madre que el dolor de perder a su hija la había hecho enloquecer.

Annette Escandon, una joven madre que le arrestaron a su esposo y cuando vinieron por ella en la madrugada y sus tres pequeños hijos de 5 y 3 años y el menor de seis meses quedaron solos y lo único que pudo hacer fue gritar en medio de la oscuridad, mientras era golpeada para que alguien se ocupara de ellos. Diez años permanecieron aquellos niños en casas de amistades y amigos mientras ambos padres cumplían sus condenas.

Gloria Argudín, niña mimada que a los 19 años salió a pelear junto al líder estudiantil Porfirio Ramírez, fusilado, junto a cuatro de sus compañeros y se enfrentó como una fiera a los abusos, las golpizas y el sadismo de sus carceleros que para amedrentarla la fusilaron con balas de salva.

Gladys Ruíz Sánchez, que fue a prisión junto a toda su familia.

Carmen Veloso que fue separada de sus pequeños hijos y aun no entienden por qué el amor por algo llamado Cuba causó aquella lacerante separación.

Nilda Díaz que cumplió 16 años.

Nereida Polo 17 años.

La Dra. Ana Lázara Rodríguez 19 años.

Y, después, las nuevas generaciones como Carmen Arias, Iliana Curra y tantas otras que siguieron el valiente ejemplo de mujeres que han dejado sus nombres en la historia de Cuba, escritos con sangre.

Entender la tragedia cubana es conocer a una Milagros Bermúdez, con su cara angelical y escucharla hablar del sufrimiento de sus compañeras sin mencionar el propio, solo para que una vez terminada la entrevista, me mostrara las cicatrices en sus senos de las heridas de operaciones producto de las secuelas de las veces que fue agredida con potentes chorros de agua en su pecho.

Cuando Mignon Medrano dedicó su libro: “Todo lo dieron por Cuba” a la tragedia del presidio político de mujeres, incluyo en la portada la frase del jefe de prisiones de Cuba, Manolo Martínez: “Cuando estas mujeres salgan de este engaleramiento, van a salir en cuatro patas.” Error craso, salieron con la cabeza en alto y una estrella en sus frentes.

Por eso, hoy celebro la publicación de “Recuento para la Historia”…para que aprendamos con esta lección estremecedora, para que nuestro pueblo recupere su dignidad…para que nunca más la mujer cubana sea sometida a semejante abuso.


Recuento para la historia
Por Rogelia Castellón

Lo más emocionante derivado de todas nuestras gestas libertarias es continuar escuchando las voces de nuestros hombres y mujeres pronunciando la palabra amada, durante el empeño que los ha llevado, y aún los lleva, a la muerte o a la cárcel. En las cárceles castristas, lo negro de la noche penetrando los ojos de las víctimas, los ha acompañado en el minuto final, cuando el efecto de una bala atravesando sus pechos han terminado sus preciosas vidas, mientras sus voces se han podido escuchar gritando al mundo ¡Viva Cuba libre!

La cárcel no ha sido mejor que el paredón, y ha resultado en la prolongación de la tortura, de la ofensa y de la idea de que cada vida encerrada entre aquellas rejas, ha estado abandonada y perdida para continuar su lucha o para abrazar a un ser querido.

Cuba, libertad, patria y amor, entrega y pensamiento, y siempre Cuba libre.

Hemos tenido hombres y mujeres, en todas nuestras épocas, haciendo Historia. Sembrando palabras en los corazones de otros. Pronunciando frases capaces de quedarse hasta hacerse eternas, dando lo mejor de la juventud y lo hermoso de una familia para ver libre a un hermano, y para que cada cubano pueda algún día decir, estoy criando hijos libres.

Hay otros hombres y mujeres, buscando siempre vidas y leyendas, palabras y pensamientos para dejarlos en la memoria de los que puedan recordarlas y llevarlas a otros pueblos, a otros sentimientos, al mundo entero. Nelson Rodríguez Diéguez y muchas mujeres y hombres, capaces de entender el valor de la causa porque han sido parte del sacrificio, trabajan en este empeño. A través de sus famosos calendarios, fotos, escritos y palabras, muestran a los que no conocen nuestra historia y a los que la han vivido y la recuerdan, todo el sacrificio de la mujer cubana en esta lucha muchas veces amarga, y siempre esperanzada.

Está terminada y será presentada en el recinto del Koubek Center, de la Universidad de Miami, en el una memoria dedicada al recuerdo de las mujeres cubanas que dejaron en el camino la juventud, la familia y el goce de vivir la juventud, para correr en busca de la libertad de nuestro pueblo.

Recuento para la Historia es el nombre. Allí, estarán de pie, con las palabras de nuestro Himno Nacional en sus labios, las mujeres que se hicieron heridas, para ver a una nueva Cuba sin esclavos. Será hermoso, ver en ese lugar, ese día a los niños cubanos, cuyas vidas se desarrollan en tierras libres, porque una mujer cubana entregó en una celda su derecho a ser madre, para que los nuevos criollos nacieran de un vientre libre, de una mujer con palabras. Todos debemos en gesto de gratitud llevar a nuestra juventud a conocer la vida de esas mujeres cubanas. Mujeres sacrificio, mujeres entrega, mujeres cubanas, siempre pensando en Cuba. Llenar el local en ese día es mostrar nuestro orgullo y gratitud por el amor puesto por estas mujeres en la causa de Cuba libre. Debemos cumplir con este deber.

Hay siempre mucho dolor en cada gesto heroico. No se puede levantar la mano y decir una palabra para que la patria se salve como por arte de magia, es necesario entregar la vida para ser enterrado en la tierra amada o entregar el cuerpo para ser torturado en una cárcel. La cárcel es siempre horrible, porque corta las alas y los sueños de los soñadores, y además deja la entrega sin llegar a ser logro. Estas mujeres lo sabían, pero debían intentar con su esfuerzo, que el sueño se hiciera realidad. Lo hicieron.

No puedo buscar espacio en estas cuartillas, para narrar ni las historias ni los sacrificios de estas ex presas cubanas. No voy a decir el nombre de una, si no puedo decir el nombre de todas. Piensen en ellas, como ellas, pensaron en ustedes, cuando buscaban espacios de libertad para el pueblo cubano. Las mujeres de estas historias son cubanas, nacieron en un pedazo de nuestra isla y terminaron de crecer en una mazmorra castrista, golpeadas y vejadas por hombres y mujeres incapaces de sentir amor ni por la verdad ni por el sacrificio. Las que aún están vivas, recorren en libertad sus recuerdos y continúan enviando sus pensamientos a la tierra siempre amada y todavía prohibida.

Nadie sabe mejor que ellas de la tristeza de perder el esfuerzo, y el dolor de saber que no podrán recorrer otra vez la pradera en busca del camino nuevo para todos. Sí, sí tienen heridas estas mujeres, tienen heridas y tienen dentro el dolor de las amigas perdidas, llevadas por la muerte.
Las que no estarán presentes en el acto porque ya encontraron el camino de la eternidad, tendrán un espacio. Veremos en los pasillos junto a nosotros la sombra de sus cuerpos, escucharemos la dulzura de sus voces al entonar el canto de la patria, y sentiremos aquel perfume de amor que las llevó un día a ser entrega.

¡Viva Cuba libre! ¡Vivan las mujeres cubanas capaces de vivir y de morir por nuestra causa, tan hermosa!

Libro "Cuba Mía" - Hablan tus Hijos - Autoras: Ninoska Pérez Castellón y Mirta Iglesias


Cuba, dice la leyenda, marca los corazones de sus hijos para siempre. Cuba es esa isla mítica, convulsionada por huracanes y conflictos políticos, de la que sus hijos se alejan, solo para seguir mentalmente viviendo en ella. ¿Qué hebra mágica hace imposible que sus hijos, a pesar de la lejanía no se desprendan de sus hechizos?


En "Cuba Mía", artistas, políticos, empresarios, escritores, cantantes, médicos, jueces, pintores, congresistas, periodistas, niños y adultos exponen recuerdos cuidadosamente guardados, dolores aparentemente olvidados y alegrías mantenidas vivas con la terquedad de una dulce ilusión.


"Cuba Mía" es también un tributo al exilio cubano, compuesto de seres humanos con una voluntad extraordinaria de sobrevivir, a pesar de tantos sueños deshechos, a pesar de la niñez truncada, a pesar de haberlo perdido todo y haber vuelto a empezar.


En "Cuba Mía" hallarás el alma cubana.